Por Freddy Quezada y Emila Persola
Introducción
Si nos hubiesen exigido seudónimos para presentar estas notas, le sugerí a mi coautor que eligiésemos el de Papá Gepetto para mí, y el de Pinoccio pare él. Para mí porque soy un anciano en medio de tantos jóvenes "blogueros" y supongo que de Pinoccio para Emila, dentro de la tradición de ese niño electrónico de Spielberg en "Inteligencia Artificial" que vive soñando con encontrar su identidad y reconocerse "real".
Hablaré por mí, esperando que Pinoccio incorpore su propia experiencia de cuya veracidad nos enteraremos, si no le crece la nariz.
Desde que colgué mi web site (por cortesía de Geocities) formalmente desde septiembre de 1997 (a propósito ya está cerrando cuentas), siempre me pregunté por el retorno de las reacciones de los lectores que, para la época, las venía obteniendo a cuenta gotas a través de e-mails. Me pregunté por el mecanismo y, ya tarde empecé a descubrirlo.
INTERACTIVIDAD
La llegada de los blogs (por cortesía de Blogger) me brindó la oportunidad de contar con el recurso sin mayores complicaciones, porque ya venía como parte del paquete con las demás facilidades de fotos, videos, animaciones gifs, widgets y gadgets de todo tipo que traía la oferta. Trasladé todo mi equipaje. Y empecé a experimentar por cuenta propia y con la ayuda de amigos para presentar un look más audiovisual y animado. Me estaba rindiendo, yo, un viejo heredero del mundo de Gutenberg (donde la lectura en sí misma es virtuosa y la imagen superficial), al mundo de Mac Luhan (donde la imagen es virtuosa en sí misma y la lectura aburrida). Por supuesto que el papel de los intelectuales (algo que me viene obsesionando desde hace rato) cambia de un mundo a otro, perdiendo peso en el audiovisual, donde se le interpela ya sólo como experto y se le encadena a la imagen; mientras en el primero, son ellos quienes se auxilian de ilustraciones audiovisuales que las supeditan a sus explicaciones. Han pasado de ser los tiranos en el mundo del emisor, a ser cortesanos, y muchas veces mendigos, en el mundo de las audiencias. De cualquier modo, comprendo la importancia de los receptores y su derecho a reaccionar dijeran lo que dijeran a favor o en contra de uno.
Los blogs tienen retorno a través de las pestañas interactivas, de la mensajería instantánea, de su colocación en comunidades virtuales (como hifi, facebook, etc) y estas características los hacen superiores a las viejas páginas web. Poder reaccionar hacia el emisor ha sido siempre el viejo sueño de los teóricos de la recepción y reactuar a su vez con el replicante, no sólo un placer, sino también un ejercicio mental en el uso de los archivos (que ordenan, definen y jerarquizan identidades, diferencias y subjetividades en función de la episteme del archivador), su poder de registro y elasticidad. Primer virtud clara que miré.
HIBRIDEZ FECUNDA
Ensayando con los recursos técnicos de los blogs (que reúne en su seno todas las propiedades de la radio, la prensa escrita y la televisión en un sólo lugar), sobre la marcha me enteré de la increíble potencialidad de romper formatos, normas y reglas (respetadas “afuera”) y combinarlas a discreción, voluntad e interés del emisor que dispara desde los blogs. Por ejemplo, la clásica discusión entre la alta cultura, la popular (Vargas Llosa acaba de enterarse que la gente leía más a Corín Tellado que a él) y la de masas (un profesor a mi lado en este justo momento, me pregunta si el jazz clásico de Parker, Basie, Fitzgerald, Ellington y Amstrong que escucho, no es la música de “El Pájaro Loco”, “Bosko” y ”Buddy”, viejos dibujos animados ), se puede mezclar de manera surrealista y creadora en los blogs. Ya lo están haciendo de todos modos algunos pioneros con el infoentretenimiento, el eduentretenimiento, la eduinformación. O las típicas misiones de los medios (educar, entretener e informar) que se pueden retorcer y conjugar a capricho. Segundo mérito que creo que vale la pena considerar.
EMPODERAMIENTO
Los medios clásicos son sin retorno. Los surveys y raitings son los que marcan y regulan las opiniones del receptor, cuyos resultados hacen tomar decisiones a los emisores. Dentro del medio tradicional mismo, tal vez la réplica se observe en el uso del teléfono, en la radio y la televisión en los programas en vivo, o en el buzón de los lectores en las secciones de los diarios. Este tipo de interacción controlable desde el emisor en el mejor de los casos (ellos deciden quienes salen al aire o qué quejas de lectores pueden ser publicadas), sólo llega a la participación, pero jamás al control y al empoderamiento que pueden efectuar los blogs individuales, en redes entre sí o anidados en la comunidades virtuales. La situación ya se parece a lo que propuso Ken Wilber sobre las cadenas holónicas, donde los tramos superiores son más complejos, no en virtud de ninguna diferencia ni cualidad, sino de agregar más complejidades en jerarquías anidadas, como les llama. Algo así, como decir que nuestros sistemas biológicos están constituidos por órganos que, a su vez, son agregaciones de células y estas de moléculas que, a su vez, lo son de átomos, a su vez de partículas subatómicas, etc. Cada eslabón es una complejidad dentro de otra mayor. No se puede ignorar sin embargo el uso de los filtros y la restricción a las reacciones de los replicantes anónimos, pero su uso puede hacer caer las reacciones. En los diarios hemos visto esto.
Por último, la dificultad, pero también la impaciencia de ver publicados mis trabajos en los medios tradicionales, en particular en la sección literaria o de opinión de los diarios de gran tiraje, me llevó a creer en el alcance que tenían los blogs anidados ya en las comunidades virtuales que venían ganando popularidad en las redes, como Facebook y otras. El impacto grande de estos circuitos me hizo creer en cierto poder y rivalidad menor con los grandes medios (quienes ya usan también estos mecanismos para ganar más audiencias) y las redes en que pueden generar opinión, anularla o proponer otras. Tercera ventaja de la que puede uno servirse.
ADVERTENCIA:LA EXTERIORIDAD DE LAS REDES ELECTRONICAS
Contradictoriamente todo lo que he dicho hasta aquí, no es para señalar lo fascinante de los blogs, que sí lo son, sino lo peligroso. Los blogs son el brazo hasta hoy más elástico y versátil, destronable mañana de seguro por otro más complejo, de ese monstruoso archivo que es la INTERNET en su conjunto y de esa memoria impresionante que son sus motores de búsquedas. Las preguntas son las siguientes: ¿Las nuevas batallas serán por el control de los archivos? ¿vale la pena mantener la exterioridad del hecho, del dato, de la información, de la imagen, del suceso, en una palabra? ¿Vale la pena proteger el suceso de su captura por los archivos, para usarlas como arma de las nuevas tribus del silencio, contra ellos? ¿Se pueden separar la memoria de los cuerpos? Si ya tenemos un aparato que recuerde por nosotros, qué hacemos con nuestros cuerpos mientras tanto? En Matrix, los cuerpos estaban atados a una cama, todavía nosotros lo estamos a una silla o, si tenemos una black berry, podemos movernos de un lado a otro. ¿Disfrutar de cuerpos solos, será la nueva misión, parecida a esa consigna goliárdica de mis tiempos estudiantiles: A gozar a gozar que el mundo se va a acabar?
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