Nombrar ha sido desde siempre un exclusivo acto de poder. Adán es el paradigma de este acto performativo que, al bautizar, condiciona y en cierto modo, produce al bautizado. Pero nombrar no es un puro acto práctico y jerarquizador, sino también un profundo acto de hacerle saber al desgraciado, su lugar en el mundo y las reglas del bautista a las que debe atenerse. Si yo he sido nombrado como "tercer mundo", "negro", "indio", "mestizo", por ejemplo, he de obedecer las normas que me definen. Ay !!! de mí si oso romperlas.
LORENZO ROMEO
Lorenzo Romeo, un
"ateperetado" amigo mío, de origen italiano, hiperactivo profesor de Sociología de la UCA, al que recuerdo siempre tocándose los bolsillos traseros de su pantalón, como si hubiese perdido sus llaves y girando alrededor de sí mismo, parecido a la "gallinita ciega" cuando le retiran a uno las vendas, como si hubiese olvidado algo y no supiese dónde dirigirse, ha escrito últimamente sobre la racialización de las relaciones sociales en Nicaragua y, en general, entre los países y los actores sociales. El último de los artículos que escribió sobre estos asuntos lo llamó
"El endorracismo y la racialización de los pobres", donde le formulé los comentarios que figuran aquí. Sólo leyendo primero el texto de mi amigo Renzo, se pueden comprender algunas de mis reacciones Celebro este tipo de exploraciones de un tema muy profundo.
Te felicito Renzo. Para empezar está muy bien. Pero, cuatro cosas:
a) la racialización no sólo es entre pobres, económica o política, y no sólo entre países y culturas, sino más profundo aún, en el pensamiento, epistémica. Vivimos en la paradoja de Calibán porque condenamos a Próspero a través de sus propios valores y lo que hacemos al criticarlo es continuarlo, porque nada enseña mejor el eurocentrismo que "criticar" y preparar así su continuidad por medio de rupturas. La modernidad, ha sido dicho por ellos mismos, es la tradición de las rupturas. Ejemplo? el anticolonialismo de Franz Fanon contra los colonialistas, aún con el apoyo de Sartre, no hizo más que fortalecer aún más el eurocentrismo epistémico y sus conceptos de soberanía, libertad, justicia, igualdad, nacionalismo.
b) el asunto ha sido extensamente tratado por lo decoloniales que regresan al viejo Quijano para demostrar la modernidad colonialidad que nos impuso la península ibérica y a Dussel, ese nuevo Bartolomé de Las Casas con sus defensa de los otros "indios", "negros" y "mujeres", para hablar de un pensamiento que no le deba nada a los europeso en el terreno del pensamiento, por muy Marx, Gramsci, Foucault o Bourdieu que se llamen.
c) pero los chicos
"deco' s ", caen en la paradoja del rey (les ordeno desobedecerme) porque quieren repetir el viaje europeo, sólo que el Platón de ellos se llama Guamán Poma de Ayala (mestizo peruano letrado) y su Aristóteles, Ottobha Cugoano (esclavo liberto culto). Creen que hay algo "fuera" de la globalización que lo necesitan puro para su plataforma liberadora epistémica. Y, por supuesto, ser ellos la vanguardia del nuevo mundo prometido.
d) Lo que yo creo es que hay un pensamiento de fronteras (como el de Gloria Anzaldúa, Norma Alarcón, Emma Pérez y Chelo Sandoval) en todos lados, sin pedirle permiso a nadie ni esperar que alguien lo señale. Son estrategias de subalternos y dominantes que se trenzan en duelos, rivalidades, simulacros y bailes, donde lo que importa es quien triunfa (provisionalmente) y quien, en su derrota, sobrevive de mil modos.